Hechos sobre: Otocyon megalotis
El zorro orejudo es un animal fascinante nativo de la sabana africana, reconocible fácilmente por sus orejas desproporcionadamente grandes, que le ayudan a mantenerse fresco en el clima caluroso. Este zorro singular tiene una larga historia, con evidencia fósil que data de hace unos 800,000 años, hasta la era del Pleistoceno medio. Se le considera uno de los miembros más primitivos de la familia de los cánidos, asemejándose estrechamente a sus antiguos parientes. El zorro orejudo es la única especie en su género, *Otocyon*, y su nombre científico, *Otocyon megalotis*, proviene de palabras griegas que significan "oreja grande".
Existen dos poblaciones separadas de zorros orejudos en África: *O. m. virgatus* en África Oriental y *O. m. megalotis* en África Meridional. Prosperan en pastizales cortos y regiones de sabana árida, especialmente en áreas con hierba baja y animales pastando. Su dieta consiste principalmente en termitas cosechadoras, aunque consumen una variedad de insectos. Sus dientes están especialmente adaptados a esta dieta rica en insectos.
Socialmente, los zorros orejudos son bastante cooperativos. Viven en parejas o en pequeños grupos de hasta 15 individuos, utilizando una variedad de señales visuales para comunicarse. Tienen una estructura familiar única en la que los machos asumen la mayoría de las responsabilidades parentales, como el acicalamiento y la protección de los jóvenes. Estos zorros son monógamos y, tras un período de gestación de 60-70 días, la hembra da a luz a una camada de uno a seis crías.
A pesar de enfrentar desafíos como la caza por su piel, enfermedades y sequías que reducen su presa, los zorros orejudos no están actualmente en riesgo significativo de extinción. Desempeñan un papel ecológico importante en el control de las poblaciones de termitas y han sido cazados por su piel en algunas comunidades.