Ras al-Ain

Ras el Ain, es un lugar donde abundan las fuentes inmensas, con embalses y acueductos a 6 kilómetros al sur de Tiro, y a unos 77 kilómetros al sur de Beirut, en la Gobernación del Sur, en el municipio de Batouliyat. El lugar se encuentra en una llanura muy verde y fértil, a un kilómetro de la costa del mar. Es un popular destino turístico, debido a sus pozos artesianos alimentados por manantiales subterráneos y recogidos en depósitos de piedra que se han mantenido a lo largo de los tiempos. Ha sido la principal fuente de agua de la antigua Tiro desde la época fenicia. Uno de los depósitos alimentaba los acueductos arqueados de la época romana, que en su día llegaban hasta Tiro. Los restos de estos acueductos, que mostraban una fuerte y excelente mampostería, con arcos de medio punto y una cornisa continua sobre ellos, todavía pueden verse hoy en día, y un corto tramo del acueducto original todavía se utiliza en las actuales obras hidráulicas de Tiro.

En el mosaico de Rehob, del siglo III, se menciona este lugar como Rosh Mayya.

En 1881, el Survey of Western Palestine del PEF lo describió: "Un pueblo construido en piedra, que contiene unos 100 Metawileh, en la llanura, rodeado de jardines de higos, granadas, moras y aceitunas. Cinco molinos en la aldea, y cerca, en funcionamiento, un buen número de ruinas".

Además, señalaron las vías de agua: Este es el manantial que abastecía a la antigua Tiro por medio de un largo acueducto. Los manantiales están encerrados en cuatro depósitos fuertemente construidos, como en Tabghah, por medio de los cuales el agua se eleva a una altura de quince a veinte pies, con el fin de que un acueducto con una ligera caída pueda llevarla a los alrededores de Tiro. Las paredes de estos embalses son de grandes sillares bien revestidos y varían en grosor. Las piedras están unidas y recubiertas por dentro con un fuerte cemento. El embalse principal es de forma octogonal, con lados de longitud irregular. Su diámetro mide sesenta y seis pies, y está a veinticinco pies sobre el suelo. Los muros de contención son muy gruesos, y en una de sus partes presentan rastros de reparaciones modernas. Tienen una pendiente tan suave que no es difícil subir hasta el amplio borde de ocho pies de ancho que rodea el manantial."