Hechos sobre: Felis silvestris lybica
El gato montés africano es una especie fascinante que habita en África, Asia Occidental y Central, y partes de India y China. Aunque la Lista Roja de la UICN lo clasifica bajo la categoría de "Preocupación Menor", es importante señalar que esta clasificación también incluye al gato montés africano como una subespecie de Felis silvestris. Estudios genéticos revelan que el gato montés africano se dividió en tres grupos distintos hace aproximadamente 173,000 años: el gato montés del Cercano Oriente, el gato montés del sur de África y el gato montés asiático. Curiosamente, estos gatos monteses fueron domesticados por primera vez hace unos 10,000 años en el Cercano Oriente, convirtiéndose en los antepasados de nuestros gatos domésticos modernos.
Desde 2017, los científicos han reconocido tres subespecies del gato montés africano: F. l. lybica, que se encuentra desde el norte de África hasta el Sinaí y Sudán; el gato montés del sur de África (F. l. cafra) en el sur del continente; y el gato montés asiático (F. l. ornata) en partes de Asia. El análisis de ADN muestra que el gato montés africano se separó de su ancestro común con otras especies de Felis entre 2.16 a 0.89 millones de años atrás.
Físicamente, el gato montés africano presenta un pelaje gris arenoso, con distintivos mechones en las orejas y marcas rayadas en su cuerpo. Generalmente es más pequeño y tiene un pelaje más corto en comparación con su pariente europeo. Estos gatos monteses son cazadores nocturnos que se alimentan de ratones, ratas, aves, reptiles e insectos. Rara vez beben agua y son conocidos por sus técnicas de acecho paciente. Cuando se sienten amenazados, pueden parecer bastante intimidantes al erizar su pelaje.
El gato montés africano habita en una variedad de entornos, desde áreas montañosas y colinas hasta desiertos y praderas. Se están llevando a cabo esfuerzos de conservación para proteger esta especie, incluyendo programas para reducir la hibridación con gatos domésticos y el uso de gatos domésticos como madres sustitutas para embriones de gatos monteses. El gato montés africano también está listado en el Apéndice II de CITES, lo que ayuda a regular su comercio y garantizar su protección.