Palacio de Iturbide, Ciudad de México

El Palacio de Iturbide: Una Joya de la Arquitectura Virreinal en el Corazón de la Ciudad de México

Enclavado en el vibrante centro histórico de la Ciudad de México, el Palacio de Iturbide es una muestra imponente de la arquitectura del período virreinal. Este majestuoso edificio fue construido en el siglo XVIII como residencia para el noble español Fernando de Iturbide y es reconocido por su impresionante fachada barroca y sus interiores decorados con gran detalle.

El palacio, localizado en la calle Madero, es un testigo silente de la historia de México, habiendo pasado por diversas etapas y usos a lo largo de los años. Desde su construcción en 1779, diseñada por el arquitecto Francisco Antonio de Guerrero y Torres, el edificio ha sido sede de la familia Iturbide, incluso cuando Agustín de Iturbide se convirtió en emperador de México.

Después de la caída del imperio, el Palacio de Iturbide ha tenido múltiples propósitos, desde hotel hasta oficinas bancarias. Hoy en día, este edificio es un centro cultural gestionado por el Banco Nacional de México (Banamex) a través de su programa Fomento Cultural Banamex. Con el nombre de Palacio Cultural Banamex - Palacio de Iturbide, el lugar se ha convertido en un espacio dedicado al arte y la cultura, ofreciendo a los visitantes una variedad de exposiciones temporales, enfocadas principalmente en el arte mexicano.

Además de su función como galería de arte, el Palacio de Iturbide es un sitio de interés para aquellos apasionados por la arquitectura. Su patio central, con columnas toscanas y arcos de medio punto, es un claro ejemplo de la influencia del renacimiento italiano en la arquitectura de la Nueva España.

Visitar el Palacio de Iturbide es una oportunidad única para sumergirse en la historia colonial de México y disfrutar de su rica oferta cultural. La entrada al palacio es gratuita, haciendo de este lugar un destino imperdible para turistas y locales por igual. Al recorrer sus salones y pasillos, uno no solo aprecia el arte contemporáneo, sino que también se transporta a una era de esplendor y poder, cuando la nobleza española dominaba el paisaje social y político de México.