Catedral de Guadalajara, Guadalajara

La Catedral de Guadalajara, con su imponente presencia en el corazón de la ciudad, es uno de los tesoros arquitectónicos más emblemáticos de México. Esta magnífica iglesia, dedicada a la Asunción de Nuestra Señora, destaca por sus torres neogóticas y su fachada barroca, ofreciendo un testimonio vivo de la rica historia y diversidad cultural de la región.

Construida entre 1558 y 1618, la Catedral ha sido testigo de numerosos eventos a lo largo de los siglos, y pese a los daños sufridos por terremotos y las renovaciones subsiguientes, aún conserva su grandiosidad original. Sus torres, que se alzan hasta los 65 metros de altura, se han convertido en un símbolo icónico de la ciudad.

El interior de la Catedral de Guadalajara es igualmente impresionante, con sus altos techos sostenidos por columnas corintias y una nave principal que alberga un altar de mármol exquisitamente tallado. Las once capillas que la rodean contienen valiosas obras de arte, incluyendo pinturas de artistas de la época colonial y esculturas religiosas que evocan la devoción de los fieles.

La Catedral también es famosa por albergar reliquias de la santidad y martirio, como los restos del Santo Inocente y los de otros mártires de la cristiandad. Además, su acervo musical es notable, con un órgano tubular que data del siglo XIX y que aún se utiliza para conciertos y servicios religiosos.