Drammen Heat Pump, Drammen

Drammen Fjernvarme District Heating es un sistema de calefacción urbana en Drammen, Noruega, una capital regional a unos 65 km al oeste de Oslo.

La bomba de calor fue fabricada por Star Refrigeration en 2011 con 3 sistemas que dan una capacidad combinada de 14 megavatios al centro de Drammen, proporcionando el 85% del agua caliente necesaria para la ciudad. El sistema de calefacción urbana es propiedad y está gestionado por Drammen Fjernvarme, que tiene los derechos de la zona de concesión otorgada por el Ayuntamiento de Drammen. Esto exige que todos los edificios nuevos de más de 1000 m2 se construyan con un sistema de calefacción por agua y se conecten al sistema de calefacción urbana.

La bomba de calor utiliza el refrigerante natural amoníaco, que tiene un potencial de calentamiento global nulo y no es un gas de efecto invernadero. La fuente de calor es el agua de mar que se toma a unos 8 o 9 °C desde una profundidad de 18 m y se enfría con refrigerante líquido de baja presión. Mediante un ciclo de refrigeración por compresión de vapor, el sistema calienta el agua del distrito de 65 °C a 90 °C para utilizarla en los sistemas de calefacción y agua caliente de los edificios. El sistema tiene un coeficiente de rendimiento medio de 3,0, lo que significa que una unidad de electricidad se combina con 2 unidades de calor del agua de mar para proporcionar 3 unidades de calor al circuito de calefacción del distrito. Con el bajo coste de la electricidad de origen hidráulico, es más barato hacer funcionar una bomba de calor que una caldera de gas o eléctrica. Además, la tecnología de compresores utilizada en la bomba de calor de Drammen es el compresor de tornillo simple de Vilter. Su diseño interno permite equilibrar las fuerzas, por lo que tiene una vida útil muy larga, de más de 120.000 horas, para los compresores de refrigeración normales.

El calor se extrae de un fiordo local cuya temperatura del agua es de unos 8 °C. El agua se calienta con la energía recuperada a una temperatura de 120 °C. Una ordenanza municipal exige que la mayoría de los edificios nuevos aprovechen esta forma de calefacción.