Gjemnessund Bridge

El puente de Gjemnessund es un puente colgante que cruza el estrecho de Gjemnessundet entre el continente y la isla de Bergsøya en el municipio de Gjemnes, en el condado de Møre og Romsdal, Noruega. El puente, de 1.257 metros de longitud, fue el puente colgante más largo de Noruega hasta la inauguración del puente de Hardanger en 2013, aunque no tenía la mayor luz, siendo eclipsado por el puente de Askøy.

El puente de Gjemnessund se inauguró en 1992 y tiene 21 vanos con una altura máxima al mar de 43 metros. Se construyó en el marco del proyecto Krifast, la conexión por carretera con el continente de la ciudad de Kristiansund.

Muchos puentes se deterioran lentamente y necesitan ser reparados porque el agua salada del mar daña el hormigón y el hierro de su interior. El puente de Gjemnessund ha tenido problemas con las aves marinas, cuyo estiércol contiene sal y amoníaco. La sal y el amoníaco dañan el hormigón. Para evitarlo, el puente se limpia y las partes críticas del hormigón se cubren con una membrana elástica que protege el hormigón contra el estiércol y el contenido nocivo.