Puente 25 de Abril, Lisboa

El Puente 25 de Abril es una de las construcciones más emblemáticas de Lisboa y un imprescindible en el horizonte de la capital portuguesa. Con una longitud total de 2.277 metros y una altura máxima de 190 metros, esta imponente obra de ingeniería conecta la ciudad de Lisboa con la localidad de Almada, cruzando el río Tajo.

Inaugurado en 1966 y originalmente llamado Puente Salazar, fue rebautizado tras la Revolución de los Claveles el 25 de abril de 1974, que marcó el fin de la dictadura en Portugal. El cambio de nombre simboliza la libertad y la democracia, convirtiéndose en un monumento de gran significado histórico y cultural para el pueblo portugués.

Esta estructura, que recuerda al famoso Golden Gate de San Francisco debido a su color rojo y diseño, fue construida para facilitar el tráfico entre las dos orillas del río, que hasta entonces solo se podía cruzar por barco o a través del puente colgante de Viana do Castelo, situado a muchos kilómetros al norte.

El Puente 25 de Abril no solo es un viaducto para vehículos; también cuenta con una plataforma para trenes y dos pasarelas peatonales que ofrecen vistas espectaculares de Lisboa, el río Tajo y la costa de Almada. Su construcción fue un desafío técnico notable de la época, y sigue siendo hoy día una de las obras de infraestructura más importantes de Portugal.

Los turistas pueden admirar el puente desde varios puntos de la ciudad, incluyendo el mirador del Cristo Rei, desde donde se pueden tomar fotografías impresionantes con el puente en primer plano y Lisboa al fondo. Aunque no está abierto para visitas peatonales, su magnífica estructura y la historia que lleva consigo lo convierten en una parada obligatoria para cualquier persona que visite Lisboa.