Coronini

Coronini es un municipio del condado de Caraș-Severin, en el oeste de Rumanía, con una población de 1.674 habitantes. Forma parte de la región de Banat y comprende los pueblos de Coronini y Sfânta Elena. Situada a orillas del Danubio y en la frontera con Serbia, formando parte de la zona montañosa conocida como Clisura Dunării, Coronini alberga varios yacimientos arqueológicos, cuya historia se remonta a la Edad de Bronce. La localidad alberga una fortaleza medieval construida por los gobernantes del Reino de Hungría, pero fue refundada durante la colonización del Banato en la década de 1790, y oficialmente en 1858. Centro de la inmigración procedente de las tierras checas a principios del siglo XIX, Sfânta Elena es uno de los lugares tradicionales fundados por la comunidad checo-rumana y asociados a ella.

El conjunto de Coronini se vio transformado por los cambios políticos del siglo XX, la industrialización y las fluctuaciones económicas: El pueblo de Coronini se convirtió en un centro de la industria minera, mientras que Sfânta Elena se vio muy afectada por la migración del campo a la ciudad, y finalmente por el reasentamiento voluntario en la República Checa. Durante la década de 1990, el municipio adquirió mala fama como centro de contrabando de productos petrolíferos.