Hechos sobre: Oryx dammah
El órice de cimitarra, también conocido como órice de cuernos de cimitarra u órice del Sahara, es una especie de antílope notable que una vez habitó extensamente el norte de África. Desafortunadamente, estas majestuosas criaturas se extinguieron en la naturaleza en el año 2000. No obstante, gracias a los esfuerzos dedicados de conservación, incluidos los programas de reintroducción en lugares como Chad, hay esperanza para su regreso.
Estos antílopes son fácilmente reconocibles por sus largos cuernos curvados y sus llamativos pelajes blancos, acentuados por pechos de color marrón rojizo y marcas negras. Históricamente, poseen un trasfondo rico y fueron incluso domesticados en el Antiguo Egipto. Un dato curioso: el mito del unicornio podría haberse originado a partir de avistamientos de un órice de cimitarra con un cuerno roto.
La desaparición del órice de cimitarra se debió a una combinación de cambio climático, pérdida de hábitat y caza por sus cuernos. Hoy en día, se crían en cautiverio en varios países, y los programas de reintroducción están trabajando arduamente para devolver estos animales a sus hábitats naturales.
El órice de cimitarra está excepcionalmente bien adaptado a la vida en el desierto. Poseen mecanismos eficientes de enfriamiento y requieren muy poca agua para sobrevivir. Su dieta consiste en follaje, pastos, plantas suculentas y varias partes de plantas. Tienen un ciclo reproductivo único y solían formar manadas que migraban estacionalmente. Al ser diurnos, descansaban durante las horas más calurosas del día para conservar energía.
Los esfuerzos de conservación para el órice de cimitarra incluyen programas de cría en cautiverio y reintroducción en áreas protegidas en Túnez, Marruecos, Senegal y Chad. Sin embargo, estos animales enfrentan desafíos como enfermedades y parásitos, incluida la criptosporidiosis. Aunque la UICN lista la especie como extinta en la naturaleza, los programas de reintroducción en curso apuntan a devolverlos a sus entornos naturales.