Hechos sobre: Corvus albicollis
El cuervo de cuello blanco, un ave fascinante nativa del este y sur de África, es ligeramente más pequeño que su primo más conocido, el cuervo común. Se distingue por su cola más corta, un pico notablemente profundo con la punta blanca y un parche de plumas blancas en su cuello. Esta ave es toda una artista del aire, conocida por sus impresionantes habilidades de vuelo y aleteos más superficiales en comparación con otros miembros de la familia Corvidae.
Hablemos de detalles específicos: el cuervo de cuello blanco mide entre 50 y 54 cm de longitud, posee una envergadura que varía de 75,2 a 86 cm y pesa entre 762 y 865 gramos.
En cuanto a la vocalización, los llamados de este cuervo son similares a los del cuervo común, pero con un tono más ronco. Curiosamente, también es capaz de imitar sonidos, un comportamiento que se observa principalmente en cautiverio.
Por lo general, puedes encontrar al cuervo de cuello blanco en regiones abiertas y montañosas del este y sur de África. También establecen sus hogares en pequeños pueblos y aldeas, prefiriendo áreas con montañas o colinas cercanas para posarse y anidar.
En cuanto a su dieta, estos cuervos son bastante versátiles. Forrajean principalmente en el suelo, pero también en los árboles, alimentándose de una mezcla de carroña, frutas, granos, insectos e incluso comida humana. Uno de sus comportamientos de alimentación más singulares incluye dejar caer tortugas desde alturas para romper sus caparazones.
Los cuervos de cuello blanco suelen formar bandadas después de independizarse de sus padres, pero una vez que maduran, se emparejan y establecen sus propios territorios. Sus nidos están hechos de palos y forrados con hierba, pelo y lana. Estos nidos se encuentran a menudo en cornisas de acantilados o, en ocasiones, en árboles, y la puesta típica consiste en tres a cinco huevos.