Hechos sobre: Hippotragus niger
El antílope sable es una especie impresionante que habita las sabanas boscosas de África Oriental y Meridional, extendiéndose desde Kenia hasta Sudáfrica, con una población aislada en Angola. Este majestuoso animal pertenece al género *Hippotragus* y a la familia Bovidae. Existen cuatro subespecies de antílope sable, cada una con características y hábitats distintos.
Físicamente, los antílopes sable presentan dimorfismo sexual, lo que significa que los machos son más grandes y altos que las hembras. Tienen una constitución robusta, cuello grueso y piel resistente, complementados con una melena en el cuello y la garganta. Su color varía desde castaño hasta negro, siendo las hembras y los juveniles generalmente de tonos más claros. Tanto los machos como las hembras poseen impresionantes cuernos anillados que se arquean elegantemente hacia atrás.
Estos antílopes viven en sabanas boscosas y praderas, donde se alimentan de hierbas de longitud media, hojas y, ocasionalmente, minerales de lamederos de sal o huesos. Los antílopes sable son diurnos y viven en manadas típicamente lideradas por un macho dominante. Los machos a menudo se enfrentan en batallas por la dominancia, y los jóvenes machos eventualmente son expulsados de la manada. Cuando enfrentan depredadores como leones, utilizan sus cuernos afilados para defenderse.
Desafortunadamente, los hábitats de pastizales de los antílopes sable están disminuyendo debido a la expansión agrícola. A pesar de ello, juegan roles vitales en sus ecosistemas como pastadores, ramoneadores y presas. La especie es conocida por varios nombres en diferentes idiomas y regiones.
La reproducción en los antílopes sable es estacional, con nacimientos que generalmente coinciden con la temporada de lluvias. Después de un período de gestación de aproximadamente nueve meses, las hembras dan a luz a una sola cría. Las crías son destetadas alrededor de los ocho meses y alcanzan la madurez sexual a los dos o tres años de edad. En la naturaleza, los antílopes sable pueden vivir hasta 19 años, mientras que en cautiverio pueden vivir hasta 22 años.
Como herbívoros, los antílopes sable se alimentan principalmente de follaje, hierbas y hojas, utilizando su sistema digestivo rumiante. Son más activos durante las horas del día. Notablemente, el antílope sable gigante, una de las subespecies, está clasificado como En Peligro Crítico en la Lista Roja de la UICN y está incluido en el Apéndice I de CITES, lo que resalta la urgente necesidad de esfuerzos de conservación.