Panthera pardus pardus

El leopardo africano, conocido científicamente como *Panthera pardus pardus*, recorre diversos países de África, principalmente en las regiones subsaharianas. Aunque alguna vez tuvo una distribución más amplia, la pérdida de hábitat ha fragmentado su territorio. Sorprendentemente, a pesar de la clasificación histórica en varias subespecies, estudios genéticos revelan que todos los leopardos africanos pertenecen a una sola subespecie.

El color de su pelaje puede variar considerablemente, desde amarillo pálido hasta dorado profundo o leonado, a menudo adornado con patrones negros. Los machos generalmente son más grandes, pesando alrededor de 60 kg, mientras que las hembras típicamente pesan entre 35 y 40 kg. Existen diferencias regionales; por ejemplo, los leopardos en las áreas montañosas de las Provincias del Cabo pueden diferir ligeramente de los que se encuentran en otras localidades.

Los leopardos son depredadores sumamente adaptables, cazando principalmente por la noche. Su dieta es diversa e incluye desde pequeños animales hasta grandes ungulados. Un comportamiento notable es su hábito de arrastrar grandes presas a los árboles para mantenerlas a salvo de los carroñeros. Prosperan en diversos hábitats, desde bosques montañosos hasta sabanas, pero evitan los desiertos extremadamente arenosos. Las regiones semi-desérticas representan el mayor riesgo debido a los recursos escasos y los conflictos con los agricultores nómadas.

Las principales amenazas para los leopardos africanos provienen de la pérdida de hábitat y la intensa persecución, a menudo debido a conflictos con los ganaderos. La caza de trofeos y los conflictos entre humanos y vida silvestre también ponen en peligro sus poblaciones. Sin embargo, se están llevando a cabo esfuerzos de conservación. El leopardo africano está incluido en el Apéndice I de CITES, lo que le proporciona el nivel más alto de protección. Numerosas áreas protegidas, como el Parque Nacional Etosha y el Parque Nacional Kruger, están dedicadas a salvaguardar a estas magníficas criaturas.