Kindlifresserbrunnen, Berna

El Kindlifresserbrunnen, conocido también como la Fuente del Devorador de Niños, es una de las fuentes más peculiares y discutidas de la ciudad de Berna, Suiza. Situada en la plaza Kornhausplatz, este intrigante monumento ha captado la atención de locales y turistas por su inusual representación: una figura gigante que parece estar comiendo a un niño.

Construida en el siglo XVI, más precisamente en 1545-1546, la fuente es obra del escultor Hans Gieng, famoso por crear varias de las fuentes emblemáticas de Berna. El Kindlifresserbrunnen destaca por su impresionante estatua de un ogro o un gigante que se lleva a la boca a un infante desnudo, mientras sostiene una bolsa llena de pequeñas figuras que parecen ser más niños aterrorizados.

La interpretación de la estatua ha sido objeto de múltiples teorías a lo largo de los años. Algunos sugieren que representa un personaje de folklore local, un aviso contra el comportamiento rebelde o una representación de un antiguo ritual pagano. Otras teorías apuntan a que podría tratarse de una figura alegórica que simboliza la opresión del pueblo judío o una representación del ogro de los cuentos de hadas que advierte a los niños sobre los peligros de desobedecer a los adultos.

A pesar de su controvertida imagen, el Kindlifresserbrunnen es una obra maestra del arte renacentista y constituye un importante patrimonio cultural de Berna. La fuente no solo es un atractivo turístico por su singular estética, sino que también cumple una función práctica, pues en su época fue parte de la red de distribución de agua potable de la ciudad.