Fuerte de Santo Domingo, Nueva Taipéi

Fort San Domingo, conocido como la Fortaleza de Santo Domingo, se erige como un testigo silencioso de la rica historia de intercambios culturales y militares en la ciudad de Nueva Taipei, Taiwán. Este bastión, ahora convertido en museo, ofrece una ventana al pasado colonial de la isla, donde holandeses, españoles y chinos dejaron su huella.

Construido originalmente por los españoles en el siglo XVII, el fuerte fue más tarde ocupado y expandido por los holandeses, quienes lo rebautizaron como Fort Anthonio. La estructura que hoy se aprecia refleja principalmente la arquitectura holandesa, con sus gruesos muros de ladrillo rojo y elegantes líneas que dominan el paisaje.

El fuerte sirvió como el centro de poder y comercio durante la era colonial y, más tarde, como consulado británico hasta mediados del siglo XX. La importancia histórica de Fort San Domingo es palpable en sus salas y corredores, donde los visitantes pueden sumergirse en la historia de la región y contemplar objetos y documentos que narran los encuentros y conflictos de aquellos tiempos.

Hoy en día, Fort San Domingo no solo es un lugar de aprendizaje histórico, sino también un atractivo cultural que ofrece una vista panorámica de la ciudad y el río Tamsui. Sus jardines y la vista que ofrece del estuario lo convierten en un lugar perfecto para pasear y reflexionar sobre el pasado.