Egas

Aigai, situado en el noroeste de Turquía, es un sitio arqueológico que resuena con los ecos de la antigua civilización helénica. Una vez parte del reino de Macedonia, Aigai es conocido por ser el lugar de nacimiento del legendario rey Filipo II, padre de Alejandro Magno.

Este sitio arqueológico, descubierto en el siglo XIX, ha sido testigo de excavaciones que han revelado importantes hallazgos. Entre ellos destaca el palacio real, cuyos restos sugieren una estructura de gran magnitud y complejidad, y el teatro, que evoca los días en que la cultura griega florecía con su pasión por las artes dramáticas.

Lo más destacado de Aigai es la necrópolis real, donde se encontró la tumba de Filipo II. Este descubrimiento, realizado en 1977, desentrañó un tesoro de artefactos y joyas que ofrecen una visión incomparable de la riqueza y la estética de la época. La tumba, impresionante en su diseño, está adornada con pinturas murales y esculturas que han sobrevivido notablemente al paso del tiempo.

Aigai forma parte del patrimonio histórico de Turquía y ha sido reconocido por su significado cultural e histórico. Los visitantes de este sitio pueden sumergirse en la historia antigua y explorar los vestigios de una civilización que fue pionera en muchos aspectos de la sociedad occidental.