Palacio Salvo, Montevideo

El Palacio Salvo, con su imponente silueta, se erige como un emblema arquitectónico en el corazón de Montevideo, Uruguay. Este edificio histórico, que se alza en la intersección de la Avenida 18 de Julio y la Plaza Independencia, fue construido en 1928 y durante varios años mantuvo el título del rascacielos más alto de Sudamérica.

Diseñado por el arquitecto italiano Mario Palanti, el Palacio Salvo presenta una mezcla de estilos que incluyen el neogótico, el neorrenacentista y el art decó. Originalmente concebido como un hotel, terminó albergando oficinas y residencias privadas. Su torre central, coronada por un templete que evoca la arquitectura medieval, se ha convertido en uno de los iconos más fotografiados de la ciudad.

Con 95 metros de altura, el edificio cuenta con 27 pisos y fue inspirado en el hermano menor del Palacio Salvo, el Palacio Barolo, ubicado en Buenos Aires, Argentina. Ambos edificios comparten similitudes estilísticas y espirituales, ya que Palanti los diseñó basándose en la Divina Comedia de Dante Alighieri.

El Palacio Salvo no solo es un hito arquitectónico sino también cultural, ya que en su tiempo fue sede de importantes oficinas de radio y su galería comercial en la planta baja ha albergado diversos comercios y eventos artísticos. A pesar de que su esplendor inicial se ha desvanecido con el tiempo, el edificio sigue siendo un punto de referencia y orgullo para los montevideanos.

Los visitantes pueden admirar su fachada ornamentada con figuras alegóricas y detalles simbólicos, y aquellos interesados en la historia y arquitectura de la ciudad pueden realizar visitas guiadas que recorren sus interiores y desvelan los secretos de este palacio emblemático.