Hechos sobre: Tremarctos ornatus
El oso de anteojos, también conocido como oso andino, es el único miembro sobreviviente de la familia de osos de cara corta, y llama a América del Sur su hogar. Desafortunadamente, debido a la pérdida de hábitat, ahora está clasificado como Vulnerable. A pesar de ser el carnívoro terrestre más grande del continente, su dieta es mayormente vegetariana. Reciben su nombre por las distintivas marcas de color beige o jengibre alrededor de su cara y pecho, que los hacen lucir únicos. Estos osos de tamaño mediano presentan una notable diferencia de tamaño entre machos y hembras, siendo los machos más grandes.
Se puede encontrar a los osos de anteojos principalmente en las montañas de los Andes, donde prosperan en diversos entornos como bosques nublados, pastizales de gran altitud y bosques secos. Son escaladores impresionantes y son una de las pocas especies de osos que pasan un tiempo considerable en los árboles. Típicamente solitarios, estos osos a veces se reúnen en pequeños grupos cuando hay abundancia de comida.
A diferencia de otros osos, los osos de anteojos son más herbívoros, con solo alrededor del 5-7% de su dieta siendo carne. Se alimentan de una amplia gama de vegetación, incluyendo plantas duras que otros animales podrían encontrar difíciles de comer. Ocasionalmente, cazan pequeños animales o incluso ganado.
El apareamiento puede ocurrir durante todo el año, pero alcanza su pico entre abril y junio. Las osas generalmente dan a luz a uno a tres cachorros durante la estación seca. Estos cachorros permanecen con su madre durante aproximadamente un año antes de comenzar sus vidas independientes. Lamentablemente, los osos de anteojos enfrentan amenazas significativas por la caza furtiva y la destrucción del hábitat, siendo el conflicto humano una gran preocupación. Se están llevando a cabo esfuerzos de conservación, enfocándose en expandir áreas protegidas, realizar investigaciones y monitoreo, e involucrar a las comunidades locales en programas de conservación.
El oso de anteojos también ha llegado a la cultura popular, notablemente a través de personajes como Paddington Bear y varios documentales de conservación. Muchas organizaciones se dedican a estudiar y proteger a estos osos, trabajando arduamente para aumentar la conciencia y hacer cumplir las leyes contra la caza furtiva.