Spyker Castle, Glowe

El castillo y la finca de Spyker se encuentran en el territorio del municipio de Glowe, en el distrito de Vorpommern-Rügen, en el estado alemán de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. El castillo de Spycker es la estructura profana más antigua de la isla báltica de Rügen.

Spycker se registró por primera vez en 1318. En aquella época pertenecía a la familia patricia de Stralsund, los von Külpen. En 1344, una hija de la casa von Külpen se casó con los Jasmund. Como resultado, se fundó la rama Spyker de los von Jasmund, que murió sin descendencia en 1648.

Como resultado de la Guerra de los Treinta Años, Pomerania, y por tanto Rügen, pasó a manos de Suecia en virtud del Tratado de Westfalia en 1648. Como recompensa por sus servicios en la guerra, la reina Cristina de Suecia cedió en 1649 la sede de Spycker, ahora vacía, al mariscal de campo sueco y posterior gobernador general de la Pomerania sueca, Carl Gustav Wrangel. El castillo, originalmente dotado de un foso defensivo, fue remodelado después de 1650 con su aspecto actual de schloss renacentista y pintado en rojo falu sueco, atípico en Rügen. Los techos de estuco completamente esculpidos, únicos en la región del Báltico, datan de alrededor de 1652.

Tras la muerte de Carl Gustav Wrangel en 1676, la propiedad pasó a su hija Eleanora-Sophia, esposa del señor de Putbus. Eleanora-Sophia murió en 1687, y la propiedad pasó a la familia sueca de Brahe, con la que su hermana mayor estaba unida por matrimonio. Tras su ocupación por las tropas napoleónicas en 1806/07, Spycker se convirtió temporalmente en la sede del gobernador francés de Rügen. En 1815, Rügen, que hasta entonces había sido sueca, pasó a manos de Prusia. Magnus Fredrik Brahe vendió Spycker en 1817 y pasó a estar en posesión del príncipe Wilhelm Malte I de Putbus.

Hasta la reforma agraria en la zona de ocupación soviética en 1945, la finca permaneció en posesión de la familia von Putbus. En los años siguientes, el castillo se abandonó al deterioro. Desde la década de 1960 hasta 1989, la Federación de Sindicatos de Alemania Oriental, FDGB, utilizó el castillo como casa de vacaciones. Desde 1990, el castillo se utiliza como hotel y, en 1995, se restauró de acuerdo con su aspecto histórico. El hotel cuenta con 32 habitaciones.

En marzo de 2006, el castillo y su finca de 67.000 metros cuadrados fueron adquiridos en una venta forzosa por su actual propietario. El comprador fue el arquitecto Dominik von Boettinger, quien, además de la explotación hotelera y de restauración del castillo, quiere utilizarlo como centro cultural con exposiciones, conciertos, lecturas y un parque de esculturas.