Hechos sobre: Leopardus jacobita
El gato andino es un pequeño felino salvaje nativo de los altos Andes, actualmente catalogado como En Peligro en la Lista Roja de la UICN, con menos de 2,500 individuos restantes en la naturaleza. Este felino no solo es importante ecológicamente, sino que también posee un significado cultural para los pueblos indígenas Aymara y Quechua, quienes lo consideran sagrado.
Con su pelaje gris ceniza y marcas únicas, el gato andino es fácilmente distinguible de otras especies como el gato de los pajonales. Prefiere los terrenos altos, áridos, rocosos y empinados de los Andes, donde prospera.
El gato andino se alimenta principalmente de vizcachas de montaña y posiblemente de chinchillas de montaña. Sin embargo, enfrenta competencia por estos recursos con otros depredadores como el gato de los pajonales y el puma. La temporada de apareamiento de estos gatos generalmente se extiende de julio a agosto, y las hembras dan a luz a uno o dos gatitos en primavera y verano.
Desafortunadamente, la fragmentación del hábitat y la caza furtiva han puesto al gato andino en riesgo, llevándolo a su estado de En Peligro desde 2002. Para combatir estas amenazas, se han implementado esfuerzos de conservación como la Alianza Gato Andino. Esta alianza trabaja en los países donde se encuentra el hábitat del gato para proteger y preservar la especie.
Iniciativas de investigación, incluyendo estudios de radio-telemetría y acuerdos de conservación, han sido cruciales para comprender y proteger al gato andino. Contribuciones notables de investigadores como Jim Sanderson han jugado un papel significativo en la conservación y monitoreo de este esquivo felino.