Hechos sobre: Alauda arvensis
La alondra común es un pequeño pájaro cantor que habita en toda Europa y la región Paleártica. También se ha establecido en lugares como Nueva Zelanda, Australia y las Islas Hawái. Una de las características más impresionantes de este pájaro es su canto. El macho canta mientras se mantiene suspendido en el aire, a menudo alcanzando alturas de 50 a 100 metros.
En cuanto a la anidación, la hembra construye su nido directamente en el suelo. Por lo general, pone de tres a cinco huevos y los incuba durante unos 11 días. Los polluelos abandonan el nido después de 8 a 10 días, y ambos padres los alimentan hasta que pueden volar, lo cual ocurre alrededor de los 18 a 20 días. Desafortunadamente, estos nidos a menudo enfrentan altas tasas de depredación. Sin embargo, la alondra es resiliente y puede tener varias nidadas en una temporada.
Taxonómicamente, la alondra común fue descrita por primera vez por Carl Linnaeus en 1758 y pertenece a la familia de las alondras, Alaudidae. Está estrechamente relacionada con la alondra oriental. En un momento, la alondra japonesa se consideró una especie separada, pero ahora se clasifica como una subespecie de la alondra común. Hay once subespecies reconocidas de este pájaro.
En cuanto a su apariencia, la alondra común puede no llamar la atención a primera vista. Es principalmente marrón en la parte superior y más pálida en la parte inferior, con una pequeña cresta en la cabeza. Sin embargo, lo que le falta en apariencia llamativa, lo compensa con su largo y burbujeante canto. Este pájaro se reproduce en toda Europa y Asia, y algunas poblaciones migran. Las poblaciones introducidas en Nueva Zelanda, Australia, Hawái y Canadá se han adaptado bien a sus nuevos entornos.
Durante la temporada de reproducción, la hembra se encarga de incubar los huevos en el suelo. Una vez que los polluelos empluman, ambos padres se turnan para alimentarlos. Su dieta incluye insectos y material vegetal. Sin embargo, la alondra común enfrenta amenazas como la pérdida de hábitat, principalmente debido a cambios en las prácticas agrícolas. Se están llevando a cabo esfuerzos de conservación para crear áreas de anidación adecuadas y mantener la biodiversidad en los paisajes agrícolas.