Turdus viscivorus

El zorzal charlo es un ave fascinante que habita en Europa, Asia templada y el norte de África. Este gran zorzal se distingue por sus partes superiores de color pardo grisáceo, su barbilla y garganta blanquecinas, así como las manchas negras en sus partes inferiores amarillas y blanquecinas. Conocido por su canto fuerte y de largo alcance, el zorzal charlo ha ganado el apodo de "stormcock" (gallo de tormenta).

En cuanto a su dieta, estos pájaros no son particularmente exigentes. Se alimentan de invertebrados, semillas y bayas, aunque tienen una predilección especial por los frutos del muérdago, acebo y tejo. A la hora de anidar, los zorzales charlos construyen nidos en forma de copa abierta en lo alto de los árboles y son conocidos por defenderlos con ferocidad.

El zorzal charlo es un residente durante todo el año en muchas áreas, aunque las aves en las partes norteñas y orientales de su rango migran hacia el sur durante el invierno. Taxonómicamente, pertenece al género Turdus y tiene tres subespecies reconocidas. Comparte estrechos vínculos con el zorzal común y el zorzal chino.

Como el zorzal más grande nativo de Europa, el zorzal charlo es fácil de identificar y escuchar. Prosperan en bosques abiertos, parques, setos y tierras cultivadas. Aunque su rango se ha expandido históricamente, las disminuciones recientes están vinculadas a cambios en las prácticas agrícolas. Aun así, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza lo clasifica como de preocupación menor.

La temporada de reproducción comienza alrededor de mediados de marzo en Europa. Los zorzales charlos son monógamos y reclaman territorios mayores en comparación con otras especies de zorzales. Una puesta típica consiste en tres a cinco huevos, con ambos padres involucrados en la crianza de los jóvenes. Al alimentarse de invertebrados, frutas y bayas, estos pájaros juegan un papel crucial en la dispersión de las semillas del muérdago.

A pesar de enfrentar amenazas de aves de presa y parásitos, la población de zorzales charlos sigue siendo robusta, contando con millones de individuos. Mientras que se han observado expansiones históricas de su rango, las disminuciones recientes señalan la pérdida de hábitat y los cambios en los paisajes agrícolas como amenazas potenciales. Sin embargo, dado su gran población y amplia distribución, los esfuerzos de conservación no son una preocupación urgente en este momento.