Basílica de la Santa Sangre de Brujas, Brujas

La Basílica de la Santa Sangre, un tesoro escondido en el corazón de Brujas, Bélgica, es un sitio de significado religioso y arquitectónico sobresaliente. Este templo, de categoría iglesia, alberga una reliquia venerada: un frasco que se cree contiene la sangre de Jesucristo, traída a la ciudad después de la Segunda Cruzada.

Con una historia que se remonta al siglo XII, la basílica se compone de dos capillas superpuestas: la capilla inferior, que ha conservado su austero estilo románico, y la capilla superior, que fue renovada en el estilo gótico flamígero en el siglo XVI y que custodia la preciosa reliquia. La basílica no solo es un lugar de peregrinación sino también un monumento histórico que refleja la riqueza y el poder de Brujas en la Edad Media.

La Basílica de la Santa Sangre no es solo un lugar de adoración, sino también una cápsula del tiempo que permite a los visitantes sumergirse en la historia europea. La capilla superior está adornada con lujosos frescos y vidrieras que narran la historia de la reliquia y la historia de Brujas. Además, la basílica alberga una venerada estatua de la Virgen y el Niño y una serie de pinturas que representan escenas bíblicas y eventos históricos relacionados con la reliquia.

La reliquia de la Santa Sangre se expone al público todos los viernes y todos los días desde la Ascensión hasta Pentecostés, permitiendo a los fieles y turistas contemplar de cerca este objeto de devoción. La basílica también es famosa por su participación en el desfile anual del Día de la Ascensión, conocido como el Proceso de la Santa Sangre, una tradición que data de 1303 y que ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.