Hechos sobre: Bufo bufo
El sapo común, también conocido como el sapo europeo, es un anfibio que se encuentra en toda Europa, el norte de Asia occidental y partes del noroeste de África. Pertenece a un grupo de especies emparentadas que comparten un ancestro común. Estos sapos suelen estar inactivos durante el día y solo salen al anochecer para cazar pequeños invertebrados. Durante la temporada de reproducción, se congregan en estanques para poner huevos, que luego eclosionan en renacuajos. Estos renacuajos eventualmente se transforman en pequeños sapos. Desafortunadamente, enfrentan varias amenazas, incluyendo la pérdida de hábitat, la mortalidad en carreteras y el drenaje de sus sitios de reproducción. Curiosamente, los sapos a menudo están vinculados a la brujería en historias y folclore.
En términos de clasificación científica, el sapo común fue nombrado originalmente Rana bufo por Carlos Linneo. Más tarde, Josephus Nicolaus Laurenti lo reclasificó en el género Bufo. Con el tiempo, se han identificado varias subespecies, y el sapo común es parte de un grupo que incluye especies como el sapo espinoso y el sapo caucásico.
Cuando piensas en un sapo común, imagina una cabeza ancha, ojos prominentes y piel cubierta de protuberancias similares a verrugas. No tienen dientes, pero sí poseen glándulas parotoides que secretan una toxina llamada bufotoxina para disuadir a los depredadores. Su color puede variar, pero generalmente es de un tono entre marrón y marrón grisáceo. Las hembras tienden a ser más marrones, mientras que los machos son más grisáceos.
Estos sapos están ampliamente distribuidos por toda Europa, aunque están ausentes en algunas regiones. Pueden habitar una variedad de lugares, desde bosques y humedales hasta campos y jardines. Generalmente se mueven lentamente o dan pequeños saltos y son más activos cuando hay humedad. Su dieta incluye una variedad de presas pequeñas, y mudan su piel regularmente.
Durante la época de reproducción, los sapos comunes migran en masa a los sitios de reproducción. Los machos compiten por la oportunidad de aparearse con las hembras. Las hembras ponen huevos en largas cadenas gelatinosas, que eclosionan en renacuajos. Estos renacuajos luego pasan por una metamorfosis para convertirse en jóvenes sapos. Los depredadores y parásitos, como el nematodo pulmonar Rhabdias bufonis, representan amenazas significativas para ellos.
A pesar de estos desafíos, el sapo común está actualmente listado como de "preocupación menor" por la Lista Roja de la UICN. Sin embargo, aún enfrentan peligros como la destrucción del hábitat, la contaminación y ser atropellados durante sus migraciones. Las poblaciones urbanas de sapos tienden a tener menor diversidad genética y menor aptitud en comparación con las de áreas rurales. Los atropellos son un problema significativo para los sapos en algunas localidades.
La bufotoxina, la sustancia tóxica producida por las glándulas parotoides del sapo, es un mecanismo de defensa potente. Puede causar síntomas graves en animales y humanos, y no hay antídoto conocido. Culturalmente, los sapos han estado asociados durante mucho tiempo con la brujería, el folclore y la literatura. Han aparecido en varias obras, incluyendo novelas infantiles y ensayos de autores como George Orwell.