Hechos sobre: Alectoris graeca
La perdiz griega es un ave cinegética perteneciente a la familia de los faisanes, Phasianidae, observable en el sur de Europa. Está estrechamente relacionada con la perdiz chukar y prefiere hábitats secos, abiertos y montañosos. Estas aves se alimentan principalmente de semillas e insectos, y anidan en el suelo, poniendo entre 5 y 21 huevos.
En cuanto a su apariencia, la perdiz griega se caracteriza por su espalda de color marrón claro, pecho gris, vientre anteado y patas rojas. Aunque se asemeja a la perdiz chukar, se pueden distinguir porque la perdiz griega presenta una cara blanca con un collar negro.
Desafortunadamente, la población de perdices griegas está disminuyendo, especialmente en Sicilia, debido a la pérdida de hábitat y la caza excesiva. Esta ave forma parte de un grupo más amplio de especies relacionadas, incluyendo la perdiz chukar y la perdiz roja. En algunas áreas donde se han introducido como aves cinegéticas, incluso se pueden encontrar híbridos de estas especies.
Existen tres subespecies reconocidas de la perdiz griega, cada una con ligeras diferencias en coloración y genética:
1. A. g. graeca: Encontrada en Europa del Este.
2. A. g. saxatilis: Distribuida desde los Alpes del sur hasta el oeste de Bosnia.
3. A. g. whitakeri: Exclusiva de Sicilia.
También se ha propuesto una subespecie adicional, A. g. orlandoi, que se cree procede de las perdices griegas albanesas, aunque su validez aún es incierta. La población en los Apeninos muestra signos de evolución hacia una subespecie distinta.
Además, existe una paleosubespecie conocida únicamente por fósiles denominada A. g. martelensis. Dados los riesgos que enfrenta la perdiz griega en diversas partes de su rango, los esfuerzos de conservación son cruciales para asegurar su supervivencia.