Hechos sobre: Rhea
Los ñandúes son aves fascinantes, grandes y no voladoras, nativas de América del Sur, que comparten un parentesco lejano con los avestruces y los emúes. Existen dos especies principales: el ñandú común o ñandú americano y el ñandú de Darwin. Asimismo, el ñandú de la puna, reconocido por la UICN como una especie distinta, es otra variante. Tanto el ñandú común como el ñandú de la puna están clasificados como casi amenazados, mientras que el ñandú de Darwin presenta un estado de menor preocupación. Sorprendentemente, hay una población silvestre de ñandúes comunes establecida en Alemania.
El nombre "ñandú" proviene del griego Titán Rea, lo cual sugiere la naturaleza majestuosa y no voladora del ave. Científicamente, el género Rhea incluye dos especies vivas junto con varias subespecies. Los ñandúes se reconocen fácilmente por sus plumas de color gris-marrón, sus largas patas y cuellos, lo que les confiere una apariencia similar a la de los avestruces. Un dato curioso sobre ellos es que tienen una forma especial de almacenar orina en una parte expandida de su cloaca.
Se pueden encontrar en varios países de América del Sur como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. Prefieren los pastizales abiertos y las tierras bajas. La población alemana de ñandúes surgió a partir de aves que escaparon de una granja y han logrado adaptarse tan bien al entorno local que su número ha crecido constantemente.
Los ñandúes suelen ser silenciosos, pero durante la temporada de reproducción, los machos se vuelven vocales para atraer a las hembras con llamados fuertes. Generalmente forman bandadas y tienen una dieta diversa que incluye vegetación, frutas, insectos y pequeños animales. En cuanto a la reproducción, los ñandúes son polígamos; los machos se encargan de la construcción de nidos, la incubación de los huevos y el cuidado de los polluelos.
Desafortunadamente, el ñandú común y el ñandú de la puna enfrentan amenazas debido a la pérdida de hábitat, lo que los ha colocado en la categoría de casi amenazados. Por otra parte, el ñandú de Darwin mantiene una población relativamente estable. En América del Sur, los ñandúes son valorados por sus plumas, pieles y carne. Tradicionalmente, los gauchos a caballo los cazaban utilizando boleadoras, una especie de arma arrojadiza. La importancia del ñandú también se refleja en su representación en monedas de Argentina y Uruguay.