Hechos sobre: Micromys minutus
El ratón de campo es un pequeño roedor nativo de Europa y Asia, que se encuentra comúnmente en campos de cultivos de cereales, cañaverales, vegetación alta y setos. Con un pelaje de color marrón rojizo y partes inferiores blancas, destaca por su cola prensil que le ayuda a trepar. Como el roedor más pequeño de Europa, pesa apenas alrededor de 4 gramos y tiene una dieta compuesta de semillas, insectos, néctar y frutas. Para reproducirse, construye nidos esféricos de hierba, fijándolos a tallos por encima del suelo.
Perteneciente al género Micromys, es probable que el ratón de campo se originara en Asia y comparta ancestros comunes con otras especies de roedores. Los períodos glaciales históricos redujeron su rango, pero a medida que las capas de hielo retrocedieron, el ratón se expandió nuevamente hacia Asia. Desde 2001, los esfuerzos de conservación en Gran Bretaña han tenido como objetivo proteger a esta diminuta criatura.
Físicamente, el ratón de campo se caracteriza por su pequeño tamaño, grandes ojos y orejas, dorso marrón y partes inferiores blancas a crema. Su cola prensil es una característica clave para trepar y mantener el equilibrio. Prosperan en entornos como setos, taludes ferroviarios y humedales, demostrando sus impresionantes habilidades para trepar utilizando su cola como una extremidad adicional.
En cuanto a la reproducción, las hembras de ratón de campo a menudo eligen machos conocidos, posiblemente para evitar la endogamia. Construyen sus nidos de cría por encima del suelo, con temporadas de reproducción que varían según la región. Sin embargo, la especie enfrenta amenazas por actividades humanas como la agricultura, el uso de pesticidas, la destrucción del hábitat y la urbanización.
Para proteger a la población en declive del ratón de campo, se han implementado varias medidas de conservación en el Reino Unido, donde la especie está protegida bajo diversas leyes y marcos de vida silvestre. Las encuestas indican una reducción en los hábitats adecuados, lo que resalta la necesidad de esfuerzos continuos de conservación.