Hechos sobre: Alca torda
El arao aliblanco, también conocido como alca menor, es un ave marina que prospera en las aguas subárticas del Océano Atlántico. Este ave, un pariente cercano del extinto alca gigante, pertenece a la familia Alcidae y es la única especie del género Alca.
Los araos aliblancos son fácilmente reconocibles por su distintivo plumaje negro, que contrasta con su vientre blanco. Llevan una vida principalmente acuática, aventurándose en tierra únicamente para reproducirse. Estas aves son monógamas, con cada pareja produciendo un solo huevo al año. Generalmente anidan en acantilados costeros, donde ambos padres se turnan para incubar el huevo y cuidar al polluelo.
Protegidos bajo la Ley del Tratado de Aves Migratorias, los araos aliblancos enfrentan amenazas significativas, especialmente la destrucción de sus sitios de reproducción. Existen dos subespecies reconocidas de araos aliblancos, cuyos principales sitios de reproducción se encuentran en Islandia y otras partes del Atlántico Norte. Su dieta incluye principalmente peces, aunque también consumen crustáceos y poliquetos, buceando profundamente en el océano para capturar su presa.
Durante la temporada de reproducción, los araos aliblancos participan en elaborados rituales de cortejo, y las hembras imponen la monogamia. Seleccionar un sitio de anidación seguro es crucial para protegerse contra depredadores como osos polares, gaviotas, halcones y zorros. El sitio elegido a menudo se reutiliza año tras año. El período de incubación dura alrededor de 35 días, y los polluelos son semiprecoces, lo que significa que son algo maduros y móviles al nacer.
Los esfuerzos de conservación para los araos aliblancos se centran en proteger sus sitios de reproducción, reducir las presiones de caza y abordar amenazas como la contaminación por petróleo y la pesca comercial.
Curiosamente, el género Alca era más diverso en tiempos prehistóricos, con varias especies ahora extintas. Probablemente, el género evolucionó en el oeste del Atlántico Norte o en la región del Caribe. Los comportamientos únicos del arao aliblanco, su apariencia notable y sus necesidades de conservación lo convierten en una especie fascinante e importante para estudiar y proteger.