Hechos sobre: Trichechus senegalensis
El manatí africano, también conocido como manatí de África Occidental, es un mamífero herbívoro y apacible que habita en las aguas de África occidental, desde Senegal hasta Angola. Aunque tiene similitudes con el manatí de las Indias Occidentales, aún desconocemos mucho sobre esta fascinante criatura. Oficialmente nombrado Trichechus senegalensis en 1795, el manatí africano pertenece al género Trichechus, que también incluye a los manatíes amazónicos y de las Indias Occidentales. Estos manatíes prosperan en diversos hábitats, incluyendo océanos, ríos, lagos y estuarios costeros, y prefieren temperaturas del agua superiores a los 18°C (64°F).
Su dieta consiste principalmente en vegetación, pero también pueden consumir almejas, moluscos y peces, especialmente aquellos que viven cerca de la costa y tienen acceso a más fuentes de alimento no vegetal. Los manatíes africanos son grises y tienen pequeños pelos cubriendo sus cuerpos. Pueden llegar a medir hasta 4.5 metros (15 pies) de largo y pesar alrededor de 360 kilogramos (800 libras). Estas criaturas de movimiento lento usan sus aletas para nadar mientras se alimentan. Son animales nocturnos y sociales, y a menudo viven en grupos, formando fuertes lazos, particularmente entre madres y crías.
En cuanto a la reproducción, los manatíes africanos no son monógamos. Las hembras dan a luz a una sola cría cada 3-5 años. Desafortunadamente, estos gentiles gigantes enfrentan varias amenazas, entre las que se incluyen la caza furtiva por su carne, aceite y piel, la destrucción de su hábitat debido al desarrollo urbano y agrícola, la construcción de represas en los ríos y el quedar atrapados en redes de pesca.
Para ayudar a protegerlos, existen iniciativas como el Proyecto de Conservación del Manatí de África Occidental. Este proyecto se centra en la investigación, la educación y la legislación para salvaguardar la especie. El manatí africano está catalogado como en peligro de extinción bajo la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), lo que significa que requieren un monitoreo y protección cuidadosos para evitar que su población disminuya aún más.