Hechos sobre: Bombina orientalis
El sapo vientre de fuego oriental, conocido científicamente como Bombina orientalis, es una especie pequeña de anfibio originaria de Corea, el noreste de China y partes de Rusia. Curiosamente, también existen poblaciones introducidas en los alrededores de Beijing. Estos coloridos anfibios son mascotas populares entre los entusiastas de los vivarios.
Aunque comúnmente se les llama sapos, realmente son ranas, caracterizadas por los tubérculos en sus dorsos. Su apariencia es bastante llamativa, con un color verde brillante en el dorso, salpicado de manchas negras, y vientres de un tono amarillo intenso a rojo. Una de sus características más notables es la secreción tóxica de su piel, que utilizan para defenderse de los depredadores. Cuando se sienten amenazados, liberan estas toxinas como mecanismo de disuasión.
La temporada de reproducción de estos sapos comienza en primavera. Los machos atraen a las hembras con un croar característico que suena como ladridos. Una vez que se aparean, las hembras depositan sus huevos en grupos cerca del agua. Estos huevos eclosionan en renacuajos en pocos días, y tardan alrededor de 12 a 14 semanas en metamorfosearse en sapos juveniles.
En cautiverio, los sapos vientre de fuego oriental prosperan con una dieta de pequeños grillos y otros invertebrados. Sus recintos deben incluir áreas tanto terrestres como acuáticas, ya que no son buenos nadadores. Con el cuidado adecuado, estos sapos pueden vivir más de una década, y se han registrado casos de individuos que han vivido hasta 30 años.
Es crucial tratar el agua para eliminar el cloro y la cloramina antes de agregarla a su hábitat. Debido a su leve toxicidad, es recomendable no manipularlos con demasiada frecuencia. Tampoco se llevan bien con la mayoría de otras especies de ranas debido a esta toxicidad. Para mantener sus colores brillantes, es una buena idea proporcionar beta-caroteno a los insectos que consumen.