Hechos sobre: Domestic yak
El yak doméstico, un bovino de pelo largo, es comúnmente avistado en el Himalaya, la Meseta Tibetana, el norte de Myanmar y Mongolia. Estos imponentes animales descienden de los yaks salvajes, y el término "yak" proviene del idioma tibetano. Los yaks pertenecen al género Bos, lo que los convierte en parientes cercanos del ganado bovino. Curiosamente, algunas investigaciones sugieren que podrían estar más estrechamente relacionados con los bisontes.
Físicamente, los yaks están diseñados para soportar condiciones adversas. Poseen cuerpos robustos, pelaje denso y cuernos distintivos. Gracias a sus pulmones y corazones más grandes, los yaks prosperan en ambientes de gran altitud. También son conocidos por su resistencia a los olores y su adaptabilidad a climas fríos. Las hembras de yak dan a luz a una sola cría cada año, después de un período de gestación de aproximadamente 257 a 270 días, y pueden vivir más de veinte años en cautiverio.
En lugares como Nepal y Mongolia, se pueden encontrar yaks híbridos, que son un cruce entre yaks y ganado doméstico. Estos híbridos varían en fertilidad y son criados principalmente por su carne. Los yaks han sido domesticados durante miles de años, proporcionando leche, fibra, carne y sirviendo como animales de carga. Para mejorar las prácticas de cría de yaks, se han establecido varios centros de investigación dedicados a la ganadería de estos animales.
Los yaks están profundamente entrelazados en la cultura y la economía de las regiones donde habitan. Actividades como las carreras de yaks y varios deportes con yaks son formas populares de entretenimiento. Además, productos derivados del yak, como el queso y la mantequilla, son componentes fundamentales de las dietas y tradiciones locales.