Hechos sobre: Elaphodus cephalophus
El ciervo moteado es una especie de ciervo pequeña y distintiva, conocida por su llamativo mechón de pelo negro en la frente y los colmillos que asemejan a los de un canino observados en los machos. Estrechamente relacionado con el muntjac, estos ciervos son nativos del centro de China y el noreste de Myanmar. Desafortunadamente, debido a la caza excesiva y la pérdida de hábitat, ahora se consideran casi amenazados.
Los ciervos moteados son los únicos miembros del género Elaphodus y viven típicamente en regiones montañosas boscosas que pueden alcanzar elevaciones de hasta 4,500 metros. Este hábitat de gran altitud los hace difíciles de estudiar.
Existen cuatro subespecies reconocidas de ciervo moteado, cada una con sus propios rasgos y hábitats distintivos. Estos ciervos tienen un pelaje áspero que cambia con las estaciones, un mechón de pelo en la frente y el cuello, y colmillos visibles en los machos. Son ligeramente más grandes que la mayoría de las especies de muntjac, midiendo entre 50 y 70 centímetros de altura en el hombro y pesando alrededor de 17 a 30 kilogramos.
Principalmente encontrados en China, los ciervos moteados prefieren los bosques altos y húmedos a elevaciones que varían entre 500 y 4,500 metros. Prosperan en áreas con denso sotobosque, acceso a agua dulce y lamederos de sal. Típicamente solitarios o encontrados en pares, estos ciervos son crepusculares, lo que significa que son más activos durante el amanecer y el atardecer, y se sabe que son territoriales. La temporada de apareamiento se extiende de septiembre a diciembre, con un período de gestación de aproximadamente seis meses, resultando en una o dos crías por camada.
Las principales amenazas para el ciervo moteado incluyen la sobreexplotación, la pérdida de hábitat y la insuficiente protección legal en China. Se están llevando a cabo esfuerzos de conservación, con la especie recibiendo protección a nivel provincial en muchas áreas y siendo incluida en programas destinados a preservar la diversidad genética. Sin embargo, se necesita más investigación para proteger eficazmente a esta especie tanto en la naturaleza como en cautiverio.