Hechos sobre: Grus nigricollis
La grulla de cuello negro es una especie de tamaño mediano nativa de Asia, específicamente de la meseta tibetana, y también se encuentra en regiones apartadas de India y Bután. Con una longitud de aproximadamente 139 cm y una envergadura de 235 cm, estas grullas tienen un peso cercano a los 5,5 kg. Su aspecto distintivo incluye cuerpos de color gris blanquecino, cabezas negras con una mancha roja en la coronilla, cuellos y patas superiores negras, y una mancha blanca detrás del ojo. Sus plumas primarias y secundarias son negras, y los machos y las hembras son similares en apariencia.
En las tradiciones budistas, la grulla de cuello negro tiene un estatus reverenciado y goza de protección cultural en muchas regiones. Durante la temporada de reproducción, habitan en praderas alpinas, marismas junto a lagos y ríos, y valles fluviales de la meseta tibetana. Durante el invierno, migran a valles protegidos o altitudes más bajas. Las mayores concentraciones de esta especie se encuentran en China, con poblaciones menores en Vietnam, Bután e India.
Estas grullas generalmente buscan alimento en el suelo en pequeños grupos, alimentándose de tubérculos, raíces de plantas, lombrices, insectos y otros invertebrados. Aunque son aves cautelosas, han aprendido a distinguir a los lugareños, mostrando tolerancia hacia ellos.
Las parejas reproductoras de grullas de cuello negro forman vínculos duraderos, y su cortejo incluye complejas exhibiciones de danza. Los nidos suelen ser construidos en islas de barro preexistentes en humedales. Los huevos se ponen principalmente entre mayo y junio. Aunque los juveniles pueden buscar alimento de manera independiente, generalmente se mantienen cerca de sus padres.
Lamentablemente, la grulla de cuello negro enfrenta numerosas amenazas, incluyendo la pérdida de hábitat, la caza y peligros como leopardos, líneas eléctricas y la depredación de huevos. Están legalmente protegidas en China, India y Bután. La población global de estas grullas se estima entre 8,800 y 11,000 individuos. Están clasificadas como Vulnerables en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN y están incluidas en el Apéndice I de la CITES. Las principales amenazas para su supervivencia incluyen la pérdida y degradación del hábitat, especialmente en sus áreas de invernada. En Bután, aunque están bien protegidas tanto cultural como legalmente, las perturbaciones del turismo aún representan un riesgo.