Hechos sobre: Numenius madagascariensis
El zarapito oriental es una ave playera de gran tamaño que se asemeja mucho al zarapito trinador, aunque es ligeramente más grande. Su plumaje es predominantemente marrón, con alas inferiores lisas y del mismo tono, lo que lo distingue de otros zarapitos. Este ave ostenta el título del zarapito más grande y posiblemente sea el mayor correlimos del mundo. Mide entre 60 y 66 cm de longitud y tiene una envergadura de aproximadamente 110 cm. Su peso oscila entre 565 y 1,150 gramos, lo que lo hace comparable en tamaño al zarapito real. Una de sus características más distintivas es su largo pico, que varía entre 12.8 y 20.1 cm.
Durante la temporada de reproducción, el zarapito oriental se encuentra en el noreste de Asia, desde Siberia hasta Kamchatka y Mongolia. Prefiere los humedales pantanosos y las orillas de los lagos. En invierno, la mayoría de estas aves migran a las costas de Australia, aunque algunas también se desplazan a Corea del Sur, Tailandia, Filipinas y Nueva Zelanda. Suelen permanecer en estuarios, playas y marismas salinas. El Mar Amarillo constituye una ruta migratoria común para esta especie.
El zarapito oriental se alimenta principalmente de invertebrados que encuentra en el barro, utilizando su largo pico curvado para buscar alimento. Aunque puede alimentarse individualmente, a menudo forma grandes bandadas durante los períodos de migración y descanso. Su llamado es un silbido claro y distintivo, que suena como "cuuue-reee" y se repite con frecuencia.
A partir de 2006, se estimaba que la población global de zarapitos orientales era de alrededor de 38,000 individuos. Inicialmente, la UICN lo clasificó como una especie de "preocupación menor", pero esto subestimó su rareza. Para 2010, la UICN actualizó su estado a "vulnerable". En Australia, el ave se considera "en peligro crítico" bajo la Ley de Protección del Medio Ambiente y Conservación de la Biodiversidad.
El estudio científico del zarapito oriental comenzó en 1760 cuando el zoólogo francés Mathurin Jacques Brisson lo describió en su obra Ornithologie. Sin embargo, los nombres en latín de Brisson no fueron aceptados bajo el sistema binomial. No fue hasta 1766 que el naturalista sueco Carl Linnaeus incluyó al ave en la duodécima edición de Systema Naturae, nombrándola Scolopax madagascariensis.