Hechos sobre: Buteogallus solitarius
El águila solitaria, también conocida como águila solitaria montana o águila solitaria negra, es una imponente ave de presa que habita en México, América Central y América del Sur. Esta majestuosa águila prefiere los bosques montañosos o las colinas, viviendo típicamente a altitudes que oscilan entre los 600 y los 2,200 metros. Cuando se observan en áreas de tierras bajas, normalmente se trata de errores de identificación, a menudo confundida con el halcón negro común o el gran halcón negro.
Esta águila es bastante rara y sigue siendo un enigma para los científicos. Aún se desconoce mucho sobre su dieta, aunque se ha observado cazando grandes serpientes y crías de venado.
Las águilas solitarias adultas son llamativas por su plumaje gris oscuro, casi negro, y las marcas blancas en sus colas. Son aves de considerable tamaño, midiendo entre 63 y 76 cm de longitud, pesando alrededor de 2.75 kg y con una envergadura de alas que varía entre 152 y 188 cm. Una de sus características más destacadas son sus amplias alas, que casi alcanzan la punta de su cola. Las águilas juveniles se distinguen por sus plumas marrones y beige moteadas y por las marcas distintivas alrededor de sus ojos, aunque por lo demás se asemejan a los adultos.
Estudios recientes de ADN han demostrado que el águila solitaria está estrechamente relacionada con los halcones negros, añadiendo otra capa de intriga a su perfil. A pesar de ser esquiva y no estar bien comprendida, el águila solitaria continúa cautivando a aquellos que estudian y observan la rica biodiversidad de la región neotropical.