Hechos sobre: Triaenodon obesus
El tiburón de punta blanca de arrecife, miembro de la familia Carcharhinidae, se destaca como la única especie en su género, Triaenodon. Estos tiburones son relativamente pequeños, alcanzando típicamente hasta 1.6 metros de longitud. Presentan una constitución delgada, una cabeza corta pero ancha y distintivas puntas blancas en sus aletas dorsal y caudal. Se encuentran en la región del Indo-Pacífico, desde Sudáfrica hasta América Central, habitando en aguas claras a profundidades entre 8 y 40 metros. Durante el día, descansan en cuevas y salen por la noche para cazar peces óseos, crustáceos y pulpos.
Los tiburones de punta blanca de arrecife son vivíparos, lo que significa que sus embriones se desarrollan dentro de la madre, sostenidos por una conexión placentaria. Aunque generalmente no son agresivos hacia los humanos, los pescadores con arpón deben ser cautelosos ya que estos tiburones podrían intentar arrebatar su captura, lo que podría resultar en una mordedura. Aunque se capturan para consumo, comerlos puede causar intoxicación por ciguatera. La UICN ha catalogado al tiburón de punta blanca de arrecife como Casi Amenazado debido a la disminución de sus poblaciones por la pesca no regulada.
Eduard Rüppell describió por primera vez al tiburón de punta blanca de arrecife, y posteriormente fue clasificado en su propio género, Triaenodon. Los rasgos morfológicos confirman que pertenece a la familia Carcharhinidae. Estos tiburones están ampliamente distribuidos por el Indo-Pacífico, principalmente asociados con arrecifes de coral. Tienen una forma única de alimentarse, a menudo retorciéndose en las grietas para capturar a sus presas.
La reproducción implica que las hembras den a luz de 1 a 6 crías después de un período de gestación de 10 a 13 meses. El apareamiento es todo un espectáculo, con múltiples machos siguiendo de cerca a una hembra y realizando comportamientos de cortejo. Los tiburones de punta blanca de arrecife crecen lentamente, alcanzando la madurez sexual alrededor de los 1.1 metros de longitud.
En general, los tiburones de punta blanca de arrecife no representan una amenaza para los humanos y pueden acercarse a los nadadores por curiosidad. Sin embargo, la sobrepesca supone una amenaza significativa para sus poblaciones. Los esfuerzos de conservación son esenciales para prevenir más declives y asegurar la supervivencia de esta fascinante especie.