Hechos sobre: Aquila fasciata
El águila de Bonelli, nombrada en honor al ornitólogo italiano Franco Andrea Bonelli, es una majestuosa ave de presa conocida también como el águila-azor sin cresta. Pertenece a la familia Accipitridae y a la subfamilia Aquilinae. Esta ave se encuentra en diversas regiones, incluyendo el sur de Europa, partes de África, el subcontinente indio y hasta el sureste de China y Tailandia. Generalmente habita en áreas montañosas o colinas con afloramientos rocosos.
Su dieta principal consiste en conejos, galliformes y palomas, aunque puede adaptarse a otras presas si estas no están disponibles. A pesar de estar catalogada como una especie de preocupación menor por la UICN, el águila de Bonelli enfrenta varias amenazas, como la destrucción del hábitat, la electrocución y la persecución, factores que han llevado a disminuciones poblacionales, especialmente en Europa.
En términos de clasificación, el águila de Bonelli es parte de la subfamilia Aquilinae, que incluye alrededor de 38 especies. Inicialmente agrupada con el águila-azor africana, ahora se reconoce como una especie separada. Estudios recientes de ADN han colocado al águila de Bonelli en el género Aquila, estrechamente relacionada con el complejo del águila real. Se reconocen dos subespecies: la ampliamente distribuida A. f. fasciata y la más pequeña y aislada A. f. renschi, que se encuentra en las Islas de la Sonda Menor.
El águila de Bonelli es de tamaño mediano, midiendo entre 55 y 74 cm de longitud, con una envergadura de 143 a 180 cm. Las hembras son más grandes que los machos. Su parte superior es de color marrón oscuro, mientras que su parte inferior es blanca con vetas. Los juveniles tienen un color más claro y rojizo. En vuelo, son fácilmente reconocibles por sus alas anchas y su cola larga.
Su distribución es bastante fragmentada, abarcando desde el noroeste de África y el sur de Europa hasta el Medio Oriente y Asia. Prefieren hábitats rocosos y áridos cerca de grandes cuerpos de agua. En Europa, se encuentran en Portugal, España, el sur de Francia y áreas aisladas en Italia, Grecia y Turquía. En Asia, habitan regiones del subcontinente indio, Myanmar, Tailandia y partes de China. Aunque generalmente no son migratorias, los juveniles pueden dispersarse a largas distancias.
Las águilas de Bonelli son cazadoras formidables, a menudo capturando presas desde perchas ocultas o mientras planean. Principalmente cazan aves y mamíferos, especialmente conejos y perdices, pero su dieta puede variar ampliamente según la disponibilidad local de presas. Ocasionalmente, cazan en parejas, un comportamiento que se cree fortalece los lazos de pareja más que mejorar el éxito de la caza. Rara vez carroñean o roban comida de otros animales.
Las parejas reproductoras son altamente territoriales y son conocidas por sus espectaculares exhibiciones aéreas. Construyen grandes nidos en acantilados o árboles altos, a menudo utilizando el mismo nido durante muchos años. Típicamente ponen dos huevos, con la hembra realizando la mayor parte de la incubación. Los polluelos empluman alrededor de los 56 a 65 días, pero permanecen dependientes de sus padres durante varias semanas. Los juveniles se dispersan aproximadamente a los 142 días de edad, a veces viajando cientos de kilómetros.
A pesar de los esfuerzos por conservar el águila de Bonelli, la especie enfrenta amenazas significativas, particularmente en Europa. La destrucción del hábitat, la persecución y la electrocución han llevado a disminuciones poblacionales. Medidas de conservación como la instalación de aisladores en las líneas eléctricas, la protección de hábitats y la alimentación suplementaria están en marcha, pero la especie sigue en riesgo, especialmente en áreas marginales donde la mortalidad juvenil es alta. El futuro del águila de Bonelli depende de esfuerzos de conservación continuos y mejorados.