Hechos sobre: Buteo galapagoensis
El halcón de Galápagos es un ave fascinante endémica de las Islas Galápagos. Su tamaño es comparable al de los halcones de América del Norte, aunque varía ligeramente según la isla en la que habite. Los halcones de Galápagos adultos tienen un plumaje marrón-negruzco con diversas marcas, mientras que los juveniles presentan un aspecto moteado marrón que les permite camuflarse con su entorno.
Como depredadores ápice, estos halcones poseen una visión excepcional y una dieta variada que incluye insectos, lagartos, serpientes, roedores e incluso huevos. Curiosamente, cazan en grupos y existe un claro orden jerárquico en el que un halcón dominante se alimenta primero.
El apareamiento de los halcones de Galápagos puede ocurrir en cualquier época del año. Construyen sus nidos tanto en árboles como en el suelo, y tanto las hembras como los machos se turnan en las tareas de anidación. Por lo general, solo se cría un polluelo a la vez. Los juveniles abandonan el nido después de unos 50-60 días y alcanzan la madurez sexual alrededor de los tres años. Su llamada se puede reconocer por una serie de gritos cortos.
Actualmente, quedan alrededor de 150 parejas reproductoras de estos halcones. Sin embargo, su población enfrenta amenazas como la perturbación del hábitat, la escasez de alimentos y la persecución humana, lo que ha llevado a su extinción en varias islas.
La investigación sobre el ADN mitocondrial (ADNmt) del halcón de Galápagos sugiere que sus antepasados llegaron a las islas hace aproximadamente 300,000 años, convirtiéndolos en una de las especies nativas más recientes en establecerse en las Galápagos.