Bushkill Park, Easton

El parque Bushkill se encuentra en Easton, Pensilvania. Es un pequeño parque de atracciones, generalmente orientado al público más joven, aunque la mayor parte no está abierta actualmente. La instalación funcionó de forma ininterrumpida desde 1902 hasta 2004 y durante el verano de 2006, y luego estuvo cerrada hasta enero de 2017, cuando se reabrió la pista de patinaje. En 1933, Thomas Long alquiló el parque Bushkill, equipándolo con un carrusel tallado a mano que él y su padre habían comprado. Long compró el parque en 1939 y lo gestionó durante el resto de su vida con su esposa, Mabel "Mom" Long. Tras su muerte, Mabel lo gestionó con Melvin Heavener hasta que éste falleció en 1986 y después sola hasta su propia muerte en 1989. El primer propietario después de 1989 fue William Hogan y su socio, Neal Fehnel. Fehnel vendió su parte a Sammy Baurkot, que ya era copropietario; la fecha de la venta es mayo de 2019. A mediados de 2019, Sammy Baurkot completó su adquisición y ahora es el único propietario.

El parque Bushkill era famoso por sus atracciones antiguas como los coches de choque, "The Whip", "The Haunted Pretzel" y "The Bar'l of Fun". El parque ha operado dos carruseles antiguos a lo largo de los años, sin embargo el edificio del carrusel se derrumbó en 2014. El parque Bushkill alberga la casa de juegos más antigua de los Estados Unidos de América, el "Bar'l of Fun".

En enero de 2017, el parque había reabierto su pista de patinaje, la sala de máquinas cubierta y la zona de fiestas infantiles. En la actualidad, el parque tiene abierta la pista de patinaje los viernes y sábados por la noche, y los domingos por la tarde, además de los martes por la noche. También se alquila para fiestas de cumpleaños y picnics. En la celebración del 115º cumpleaños, el 9 de julio de 2017, las atracciones aún no estaban en funcionamiento, pero se revelaron los planes para reabrir una instalación completamente renovada con siete u ocho atracciones en pleno funcionamiento y la casa de la diversión para la temporada 2018. En el pasado, 14 de las 17 atracciones habían sido vendidas, por lo que es posible que el propietario adquiera otras nuevas mientras renueva las que antes se consideraban destruidas.