Hechos sobre: Canis lupus italicus
El lobo italiano, también conocido como el lobo apenínico, es una variación del lobo gris que habita en la península italiana. Principalmente, se encuentra en los montes Apeninos y en los Alpes Occidentales. En 2019, la población estimada de estos lobos era de entre 600 y 700 individuos. Gracias a las estrictas leyes de protección en Italia desde la década de 1970, su número ha aumentado paulatinamente, aunque todavía enfrenta amenazas como la caza furtiva.
Estos lobos suelen pesar entre 25 y 35 kg, aunque algunos machos grandes pueden alcanzar entre 40 y 45 kg. Poseen un pelaje distintivo que combina colores grises y leonados, así como una morfología craneal particular. Viven en manadas pequeñas, generalmente compuestas por dos a siete individuos.
Los científicos han debatido si el lobo italiano constituye una subespecie propia debido a sus singulares marcadores genéticos y características morfológicas. Mientras algunos lo han agrupado con el lobo europeo común, estudios recientes sugieren que debería ser reconocido como una subespecie distinta, Canis lupus italicus.
Genéticamente, el lobo italiano es notablemente singular. Posee un haplotipo mitocondrial único que no se encuentra en otras poblaciones de lobos, lo que lo convierte en la última población de lobos en Europa con este linaje genético ancestral, subrayando su singularidad y aislamiento a largo plazo.
A lo largo de los años, la población de lobos en Italia ha estado recuperándose gracias a los esfuerzos de conservación. También han sido avistados en Francia y Suiza, con evidencia genética que sugiere una expansión natural desde Italia.
Los lobos ocupan un lugar destacado en la cultura latina e italiana, especialmente en la mitología romana. Eran considerados sagrados para Marte, el dios de la guerra, y forman parte de la leyenda de la fundación de Roma. A pesar de las creencias antiguas que retrataban a los lobos como peligrosos, los registros modernos muestran muy pocos ataques de lobos a humanos en Italia.