Hechos sobre: Naja
Naja es un género de reptiles escamosos de la familia Elapidae. Aunque hay otros géneros que comparten el nombre común, Naja es el grupo más reconocido y extendido entre la mayoría de las serpientes conocidas vulgarmente como cobras. El género Naja se compone de 20 a 22 especies, aunque han sufrido varios cambios taxonómicos por lo que hace que cambie constantemente.
Descripción
Las especies varían en longitud y la mayoría son relativamente delgadas de cuerpo. La mayoría de las especies son capaces de alcanzar longitudes de 1.80 metros. Las longitudes máximas de algunas de las especies más grandes de las cobras es de alrededor de 3 metros de longitud, con la Cobra de bosque que podría decirse que es la más larga del género. Todas tienen la capacidad de elevar la parte delantera de sus cuerpos del suelo y aplanar sus cuellos para parecer más grande respecto a un depredador.
Veneno
Todas las especies pertenecientes al género Naja son capaces de dar una mordedura fatal en un hombre. La mayoría de las especies tienen un fuerte veneno neurotóxico, que ataca el sistema nervioso, causando parálisis, pero muchos tienen también citotoxinas que causan hinchazón y necrosis y tiene un efecto anticoagulante. Algunas también tienen cardiotoxinas entre los componentes de su veneno.
Varias especies, conocidas como cobras escupidoras, han desarrollado un mecanismo de transporte de veneno en el que sus colmillos frontales, en lugar de soltar veneno a través de los colmillos como una aguja hipodérmica, tiene una abertura en la superficie frontal que permite la serpiente propulsar el veneno fuera de la boca. Mientras que normalmente se denomina ‘’escupir, la acción se parece más a que lance chorros venenosos capaces de causar una falla en los ojos al igual que daña la parte frontal del ojo si no se limpia adecuadamente podría infectarse o causar alguna lesión o el mismo ojo. El alcance y la precisión con la que puede disparar su veneno varían de especie a especie, pero se utiliza principalmente como un mecanismo de defensa. Una vez que entra en contacto sobre la piel de una víctima, el veneno actúa como un irritante. Si se introduce en el ojo, puede causar una sensación de ardor intenso y ceguera temporal o permanente si no se limpian de inmediato y a fondo.