Hechos sobre: Bedia Chalice
El Cáliz de Bedia es un destacado ejemplo de la orfebrería medieval georgiana, elaborado en oro de ducado y decorado de manera intrincada. Creado alrededor del año 999 d.C., fue encargado por el Rey Bagrat III para el Monasterio de Bedia en Abjasia. Hoy en día, solo queda el cuenco de este notable recipiente, y se exhibe con orgullo en el Museo Nacional de Georgia en Tiflis.
El cáliz fue originalmente un regalo del Rey Bagrat III y la Reina Gurandukht para celebrar la finalización de la nueva iglesia en Bedia. Aunque la base del cáliz se perdió con el tiempo, fue restaurada en el siglo XVI bajo la dirección de Germane Chkhetidze, el Obispo Metropolitano de Bedia. A pesar de los desafíos enfrentados, el cuenco fue trasladado a Tiflis en 1930 para asegurar su preservación.
Con una altura de 14 cm y un ancho igual, y un peso de 752 gramos, el cuenco del Cáliz de Bedia está hecho de una sola hoja de oro y presenta un intrincado trabajo de repujado. El recipiente está adornado con representaciones de Cristo Pantocrátor, la Virgen Hodegetria y diez apóstoles, con sus nombres inscritos en griego y georgiano. El diseño del cáliz es una hermosa combinación de elementos decorativos georgianos e influencias artísticas bizantinas, manteniendo, no obstante, un carácter único y monumental.