Hechos sobre: Ichthyosaura alpestris
El Tritón Alpino es un anfibio fascinante nativo de Europa continental, con poblaciones introducidas en Gran Bretaña y Nueva Zelanda. Estos tritones miden típicamente entre 7 y 12 centímetros y se caracterizan por sus dorsos de color gris oscuro a azul y sus vientres de un vibrante color naranja. Durante la temporada de reproducción, los machos se tornan aún más coloridos para atraer a las hembras.
Los tritones alpinos prosperan en hábitats forestales, pero migran a cuerpos de agua como estanques y lagos para reproducirse. Su cortejo implica exhibiciones elaboradas en las cuales los machos depositan espermatóforos, que las hembras luego utilizan para la fertilización. Las hembras ponen sus huevos en las hojas de las plantas acuáticas, y las larvas eventualmente se metamorfosean en juveniles terrestres antes de convertirse en adultos completamente desarrollados.
Hace alrededor de 20 millones de años, las poblaciones de tritón alpino comenzaron a divergir, lo que llevó al reconocimiento de cuatro subespecies distintas. Estudios genéticos han ubicado a esta especie en el género monotípico Ichthyosaura. A pesar de estar catalogados como "Preocupación Menor" en la Lista Roja de la UICN, los tritones alpinos enfrentan amenazas como la destrucción del hábitat, la contaminación y la introducción de peces depredadores como la trucha en sus sitios de reproducción. Estas amenazas han llevado a la disminución de las poblaciones y extinciones locales.
Los tritones alpinos son de tamaño mediano y robustos, y prefieren actividades nocturnas. Pasan la mayor parte del año en tierra, retornando al agua solamente para reproducirse. Curiosamente, algunos adultos exhiben pedomorfosis, reteniendo sus branquias y permaneciendo acuáticos durante toda su vida. Su dieta consiste en varios invertebrados y enfrentan depredación por parte de una variedad de animales.
Estos tritones habitan una diversidad de entornos, desde bosques hasta sitios de reproducción acuáticos como charcos, estanques y lagos. Son relativamente comunes en toda Europa, desde el noroeste de Francia hasta las montañas Cárpatos en Rumania. Sin embargo, amenazas como la destrucción del hábitat, la contaminación y la introducción de especies no nativas representan riesgos significativos. Los esfuerzos de conservación son cruciales para asegurar la supervivencia de estos anfibios únicos.