Hechos sobre: Monachus monachus
La foca monje del Mediterráneo, miembro de la familia Phocidae, es una de las especies de foca más raras del planeta, con menos de 700 ejemplares restantes, distribuidos en pequeños grupos a lo largo del Mediterráneo. Estas focas pueden alcanzar hasta 2,4 metros de longitud y pesar entre 240 y 400 kilogramos, con una esperanza de vida de hasta 45 años. Su dieta se compone principalmente de peces y moluscos, que cazan a profundidades de hasta 250 metros.
Históricamente, las focas monje utilizaban playas abiertas para reproducirse. Sin embargo, las actividades humanas las han empujado a refugiarse en cuevas submarinas de difícil acceso. Su número ha disminuido drásticamente debido a la caza comercial, la matanza por parte de pescadores, el desarrollo costero y la contaminación. Actualmente, están clasificadas como en peligro de extinción, con la mayoría de los ejemplares localizados en el Mar Egeo y en la región de Cabo Blanco en el Océano Atlántico.
Afortunadamente, diversas organizaciones y gobiernos, particularmente en Grecia y Turquía, están trabajando arduamente para salvar a la foca monje del Mediterráneo. Los esfuerzos incluyen la creación de áreas marinas protegidas, la protección de sitios de anidación y la educación pública. La especie también está amparada bajo la Convención sobre las Especies Migratorias de Animales Silvestres, con acuerdos específicos para su conservación.
Han surgido algunas señales esperanzadoras, con avistamientos recientes que sugieren una lenta recuperación en ciertas áreas. No obstante, la foca monje del Mediterráneo aún enfrenta grandes desafíos como la pérdida de su hábitat, las perturbaciones humanas y la baja diversidad genética. Los esfuerzos continuos de conservación y la monitorización cuidadosa son esenciales para asegurar la supervivencia de esta especie en peligro de extinción.