Hechos sobre: Icteria virens
La chara pechiamarilla es un llamativo pájaro cantor que se puede avistar en toda América del Norte. Es única porque es el único representante de su familia, Icteriidae. Hasta 2017, se agrupaba con las reinamoras, pero desde entonces se ha clasificado en su propia familia.
Estas aves se encuentran desde Canadá hasta México durante la temporada de reproducción. En invierno, migran hacia el sur, llegando a México y América Central. Prefieren hábitats con abundantes arbustos, como antiguas tierras de cultivo y áreas rurales cubiertas de maleza.
Si observas una, notarás que son bastante grandes para ser pájaros cantores. Tienen el dorso de color oliva, el vientre blanco y la garganta y el pecho de un brillante color amarillo. Sus llamativos anillos blancos en torno a los ojos y sus patas negruzcas las hacen fáciles de identificar. A pesar de su tamaño, son bastante tímidas y prefieren anidar en áreas densamente arbustivas. Sus nidos suelen ser voluminosos, hechos con una mezcla de materiales, y están escondidos en arbustos densos. Un nido típico puede contener de tres a cinco huevos, y tanto la hembra como el macho cuidan a los polluelos.
En cuanto a la alimentación, las charas pechiamarillas no son exigentes. Se alimentan de insectos y bayas, como moras y uvas silvestres, y también de varios invertebrados. Su canto es una mezcla de cacareos, cloqueos, silbidos y ululatos, y pueden incluso imitar los llamados de otras aves. Se les escucha con más frecuencia durante la temporada de reproducción, cuando son más vocales.
Desafortunadamente, estas aves enfrentan algunos desafíos, especialmente en las regiones orientales de América del Norte. La pérdida de hábitat debido a la deforestación y al desarrollo urbano es un gran problema, sumado al parasitismo de cría por parte de los tordos cabecicafé. A pesar de estos desafíos, la chara pechiamarilla todavía se considera una especie de menor preocupación a nivel global, gracias a su amplia distribución.