Hechos sobre: Rhinophrynus dorsalis
El sapo excavador mexicano, conocido científicamente como *Rhinophrynus dorsalis*, es un anfibio excepcional que sobresale en el reino animal. Es la única especie de su género, *Rhinophrynus*, y pertenece a la familia Rhinophrynidae. Esta especie se distribuye desde el sur de Texas hasta México, Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Habita principalmente en bosques secos subtropicales y tropicales, aunque también puede observarse en áreas abiertas durante lluvias intensas.
El nombre *Rhinophrynus* proviene del griego antiguo y se traduce como 'sapo-nariz', aludiendo a su apariencia característica. Estos sapos son fosoriales, lo que significa que pasan la mayor parte de su tiempo enterrados. Han desarrollado adaptaciones específicas para prosperar en este estilo de vida subterráneo.
Los sapos excavadores mexicanos adultos miden entre 75 y 85 mm de longitud, siendo las hembras generalmente más grandes que los machos. Presentan una apariencia distintiva con un cuerpo redondeado, una cabeza cónica y espátulas queratinizadas en sus patas traseras que les facilitan excavar. Sus lenguas están especialmente adaptadas para proyectarse directamente fuera de sus bocas, lo que les permite capturar artrópodos subterráneos con eficacia.
En cuanto a su comportamiento, estos sapos son conocidos como "reproductores explosivos". Durante la temporada de reproducción, se reúnen en charcas temporales de agua. Los machos llaman a las hembras y se aparean utilizando una técnica llamada amplexo inguinal. La temporada de apareamiento es breve, durando solo de 1 a 3 días, tras lo cual los sapos regresan a sus madrigueras. Las hembras seleccionan a sus parejas basándose en las características de los llamados de los machos.
Para la reproducción, las hembras depositan sus huevos bajo el agua. Estos huevos eclosionan en pocos días, y los renacuajos se desarrollan durante uno a tres meses. El sapo excavador mexicano es genéticamente único, con más de 190 millones de años de evolución independiente, lo que lo convierte en uno de los anfibios evolutivamente más distintos del planeta.