Hechos sobre: Sternula antillarum
El charrán mínimo es un ave pequeña y fascinante que se encuentra en América del Norte y del Sur. Está estrechamente relacionado con el charrán común del Viejo Mundo, junto con especies como el charrán piquiamarillo y el charrán peruano. Estas aves migran a climas más cálidos, pasando los inviernos en América Central, el Caribe y partes de América del Sur. Algunos individuos aventureros ocasionalmente llegan hasta Europa.
Hay tres subespecies reconocidas del charrán mínimo, cada una con sus propias áreas específicas de reproducción e invernada. Lamentablemente, algunas de estas subespecies están en peligro debido a amenazas como la pérdida de hábitat, la depredación y la interferencia humana, lo que ha motivado esfuerzos de conservación para protegerlas.
En cuanto a la anidación y reproducción, los charranes mínimos tienen un comportamiento bastante interesante. Su cortejo incluye rituales encantadores y típicamente anidan en áreas arenosas o de grava cerca del agua. Los huevos se incuban durante unas tres semanas, con un tamaño de puesta de dos a tres huevos. Ambos padres desempeñan un papel activo en el cuidado de los jóvenes, que son capaces de volar alrededor de las cuatro semanas de edad.
Los charranes mínimos cazan principalmente en estuarios y lagunas poco profundas, alimentándose de peces pequeños, crustáceos e insectos. Los adultos son bastante tranquilos, a menudo descansando en terrenos abiertos sin necesidad de mucha cobertura. Sin embargo, los polluelos requieren protección contra los depredadores y el clima adverso, por lo que los conservacionistas a veces crean barreras contra el viento y proporcionan sombras en las colonias de anidación.
A pesar de enfrentar numerosas amenazas, los esfuerzos de conservación concertados han ayudado a algunas poblaciones de charranes mínimos a recuperarse. Entender su comportamiento, hábitos de anidación, patrones de alimentación y estado de conservación es crucial para asegurar la supervivencia continua de esta singular ave marina.