Hechos sobre: Tyrannus tyrannus
El Tirano Oriental es un ave llamativa nativa de América, conocida por su aspecto audaz y comportamiento combativo. Estas aves presentan un plumaje gris oscuro en la parte superior, un vientre blanco brillante y alas puntiagudas, lo que facilita su identificación en áreas abiertas con árboles y arbustos dispersos. Se posan a menudo para observar y buscar insectos, que constituyen la mayor parte de su dieta.
Estas aves son migratorias; pasan sus veranos reproduciéndose en América del Norte y luego vuelan hacia el sur, a América Central y del Sur, durante el invierno. El Tirano Oriental fue descrito por primera vez por el célebre científico Carl Linnaeus en 1758 y pertenece al género Tyrannus. Curiosamente, es la única especie en su género, lo que la hace monotípica.
Los adultos del Tirano Oriental son bastante distintivos. Poseen una espalda de color gris-negro, partes inferiores claras, una cola negra con una punta blanca y alas largas y puntiagudas. También tienen una mancha roja oculta en la corona que rara vez se ve. Miden aproximadamente de 19 a 23 cm de longitud y pesan entre 33 y 55 gramos, lo cual es promedio para un tirano.
Una de sus características únicas es su canto, que suena como un chirrido agudo y zumbante, a menudo comparado con el sonido de una cerca eléctrica. Prefieren reproducirse en áreas abiertas a lo largo de América del Norte, construyendo nidos robustos en forma de taza en árboles o arbustos. Son conocidos por defender ferozmente su territorio, enfrentándose incluso a aves mucho más grandes que ellos.
Cuando llega el momento de migrar, los Tirano Orientales viajan en bandadas hacia América del Sur. Ocasionalmente, incluso han sido avistados tan lejos como Irlanda y Escocia. Sus hábitos de anidación son bastante variados: algunos construyen sus nidos al aire libre, mientras que otros prefieren lugares más ocultos. Tanto los machos como las hembras participan en la defensa del nido.
Su dieta se compone principalmente de insectos, que atrapan en el aire o arrancan de la vegetación mientras flotan. También disfrutan de bayas y frutas, especialmente durante los meses de invierno. Su naturaleza agresiva les ayuda a defenderse de depredadores como cuervos, urracas, cernícalos americanos, ardillas y serpientes, asegurando que sus nidos permanezcan seguros.