Hechos sobre: Corvus leucognaphalus
El cuervo de cuello blanco se destaca como el más grande entre las cuatro especies de cuervos que se encuentran en el Caribe. Comparte numerosos rasgos físicos con sus parientes cercanos, el cuervo cubano y el cuervo jamaicano, mientras que el cuervo palmero parece haber llegado más tarde y se asemeja al cuervo pescador de América del Norte y a dos especies de México.
Este robusto ave considera la isla La Española su hogar, que incluye tanto a Haití como a la República Dominicana. En tiempos pasados, también habitaba en Puerto Rico, pero la deforestación y la caza lo han expulsado de allí. Es posible encontrar al cuervo de cuello blanco tanto en bosques de tierras bajas como en montañas, pero a diferencia del cuervo cubano, no se adapta bien a áreas agrícolas despejadas. Es todo un espectáculo verlo volar alto sobre el dosel del bosque, a menudo planeando en corrientes térmicas.
En cuanto al tamaño, el cuervo de cuello blanco es el más grande de los córvidos caribeños, midiendo aproximadamente entre 42 y 46 centímetros de longitud. Luce un elegante plumaje negro con un brillo azul-púrpura, un pico negro suavemente curvado, llamativos ojos color carmesí y patas y pies negros.
La dieta del cuervo consiste principalmente en frutas, pero también consume invertebrados y pequeños vertebrados como sapos y aves jóvenes. Aunque no se sabe mucho sobre sus hábitos reproductivos, se sabe que construyen nidos solitarios en lo alto de los árboles.
Lo que realmente distingue al cuervo de cuello blanco es su voz única. A diferencia de los cuervos típicos, tiene un llamado que recuerda al de un loro, combinando sonidos líquidos burbujeantes, graznidos y balbuceos, junto con notas tanto dulces como ásperas que evocan a un cuervo común.