Hechos sobre: Myodes glareolus
El ratón de campo es un encantador roedor pequeño que habita en Europa y el noroeste de Asia. Con su pelaje de color marrón rojizo, parches grises y una cola que mide aproximadamente la mitad de la longitud de su cuerpo, es una figura notable en las áreas boscosas donde suele residir. Estos diminutos animales alcanzan alrededor de 10 centímetros de longitud y se adhieren principalmente a una dieta herbívora, alimentándose de brotes, corteza, semillas, nueces, hojas y frutas, aunque no rechazan el ocasional insecto.
Una de las características más fascinantes de los ratones de campo es su habilidad para construir acogedoras cámaras subterráneas. Forran estos pequeños escondites con musgo, plumas y fibras vegetales, convirtiéndolos en lugares perfectos para almacenar alimentos y sobrevivir en tiempos difíciles. En la naturaleza, un ratón de campo puede vivir entre 18 meses y dos años, pero en cautiverio, puede llegar a vivir más de 42 meses.
Cuando son jóvenes, los ratones de campo se parecen mucho a los ratones comunes. Sin embargo, a medida que crecen, desarrollan un cuerpo más robusto, una cabeza más redonda y orejas y ojos más pequeños. Su cola sigue siendo corta y peluda, lo que los distingue de sus primos ratones. Se comunican a través de una variedad de sonidos, incluyendo gruñidos y chirridos de tono bajo. Una forma de identificar un ratón de campo es por su pelaje castaño, orejas prominentes y cola más larga, especialmente en Gran Bretaña.
Los ratones de campo son extremadamente adaptables en cuanto a su hábitat. Se les puede encontrar en bosques, setos, márgenes de campos, helechos, zarzas, riberas de ríos, pantanos e incluso parques. Son criaturas muy activas, tanto de día como de noche, y no hibernan. Sus madrigueras son largas y poco profundas, con múltiples salidas para escapes rápidos.
Su dieta consiste principalmente en vegetación, pero también disfrutan de insectos, arañas y gusanos. La temporada de reproducción se extiende desde finales de abril hasta septiembre, durante la cual las hembras pueden producir hasta cuatro camadas por año. Estos ratones juegan un papel crucial en el ecosistema, sirviendo como presa para una variedad de depredadores.
La densidad poblacional de los ratones de campo puede variar considerablemente, oscilando entre seis y cien individuos por hectárea, y sus números fluctúan a lo largo del año. Enfrentan algunas amenazas, como la toxicidad por plomo de los bordes de las carreteras y la exposición a pesticidas, molusquicidas y rodenticidas cerca de las tierras de cultivo. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, el ratón de campo está clasificado como de "Preocupación Menor" por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, gracias a su población estable y amplia distribución en Europa y Asia occidental.